Más de cuatro décadas de abogado de la República. Qué cuántos años tengo. Qué importa eso. Tengo la edad que quiero y siento. La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso. Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo desconocido… pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.

¡Qué importa cuántos años tengo! ¡No quiero pensar en ello! pues unos dicen que ya soy viejo, otros que estoy en el apogeo. Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi criterio dicte, el gran filósofo Saramago, el del Ensayo de la Ceguera.
El Colegio de Abogados del Guayas rendirá homenaje a la promoción de 1975, el viernes 19 de agosto. Creo sin equivocarme que es una de las mejores promociones que ha entregado la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil. De esta han salido muchos jueces que hasta han llegado a las cortes Suprema y Constitucional, catedráticos universitarios, periodistas, funcionarios públicos y privados de alto rango y ha sido muy fecunda en lo político.
Hemos hecho familias y nuestros hijos en muchos de los casos siguen nuestras profesiones por el ejemplo que les hemos entregado en honestidad y capacidad. Congratulémonos por lo conseguido y entregado a la sociedad.
Ab. Franklin Lituma Manzo
*Nota Explicativa

El artículo, escrito por el Ab. Franklin Lituma Manzo en Diario El Expreso, destaca la importancia y el éxito de la promoción de abogados de 1975 de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil. Fue publicado el 16 de agosto de 2016, a días del 41.º aniversario de dicha promoción. Se resalta la notable trayectoria de sus compañeros, quienes han alcanzado puestos de alta relevancia en el ámbito judicial, académico, político y privado.
El 19 de agosto de 2025 se conmemora 50 años desde que esa promoción se graduó. Es un hito significativo que celebra medio siglo de la contribución profesional y social de un grupo de abogados que, según las palabras del Dr. Lituma, han dejado un legado importante en el país. El texto no solo es un registro periodístico, sino también un homenaje personal y emotivo del autor hacia su propia generación, valorando no solo los logros profesionales, sino también el ejemplo de honestidad y capacidad transmitido a sus hijos.
Mi padre, a través de sus palabras, nos dejó un mensaje atemporal. El artículo no es solo una celebración de su promoción de abogados, sino una ventana a su manera de ver la vida. En él, se percibe la nostalgia por esos años de formación y el orgullo que sentía por sus compañeros. Más allá de los logros profesionales, el Ab. Franklin Lituma Manzo transmitió lecciones de vida que van más allá del derecho: la convicción para defender lo que uno cree, la honestidad como pilar fundamental de la profesión y, sobre todo, la idea de que la verdadera edad no está en los años, sino en el corazón y el criterio que se aplican a la vida. Este artículo es, en esencia, un emotivo recuerdo de la sabiduría y los valores que dejó el Doctor.